
Enfrentar una pandemia sin el acceso a la tecnología hubiera sido una batalla muy difícil de llevar a comparación de lo que está pasando hoy en día.
Primero hay que acordar que no existen lados buenos en la pandemia del coronavirus 2019, este escrito no pretende pedir que mires el «lado bueno» de la situación.
Con este artículo se pretende ser agradecidos con el avance tecnológico y los servicios digitales que hacen posible enfrentar esta situación. Hablamos de estas tecnologías a las que estamos tan acostumbrados que uno pudiera pensar que han estado aquí desde siempre. Es fácil olvidar lo recientes que son la mayoría de ellas.
Imagina por un momento que el Coronavirus (COVID-19) llegara 25 años más temprano, no estamos hablando de la edad media ni la época victoriana. Solo 25 años atrás, a un tiempo que está aún dentro de nuestra memoria. ¿Cómo hubiera sido el Corona 1995? (¿COVID-95?)
Para empezar, si nos hubiéramos estado quedando en casa, las únicas conexiones con el mundo exterior serían el teléfono fijo, la televisión, el radio, y con una subscripción, el periódico. Existía esta novedad llamada «el internet» pero a menos que fueras un experto en tecnología, quizás no habrías escuchado de él. En ese tiempo había tan pocos usuarios de internet que nadie se molestó en contarlos. Se considera que el internet se empezó a utilizar en 1998, cuando apenas el 1.3% de la población mexicana tenía acceso. Hoy en día el 70.1% de la población tiene acceso según el INEGI (2019).

Aún si tu hubieras sido alguno de esos usuarios tempranos del internet, no había mucho que pudieras hacer en línea. Los buscadores web por ejemplo, estaban en sus primeras etapas de desarrollo. Google no existía. La mayoría de los sitios web consistían en puntos parpadeantes y letreros que decían «En construcción». Tomaba diez minutos cargarlos si no se estaba usando la línea telefónica.

Las redes sociales existían de manera rudimentaria, estuvieron reservadas para unos cuantos geeks de computadoras por más de una década. Hoy en día, las redes sociales la manera más barata y eficiente de mantenernos al tanto de la situación, en contacto con las personas, distraernos o relajarnos. Tampoco es verdad que solo las generaciones más jóvenes usan las redes sociales, tan solo en México, más de 80 millones de personas, utilizan algún tipo de red social. En comparación a nuestros tiempos, el «Corona 95» hubiera sido una experiencia de aislamiento terrible.
Si necesitabas encontrar a alguien que no estuviera en casa, buena suerte. El uso de teléfonos móviles estaba a punto de despegar en los años por venir, apenas en el año 2000, menos del 15% de la población tenía acceso a un teléfono celular, a comparación de un 73.5% al día de hoy.

Los servicios de correo postal y entregas a domicilio no eran nada como los que tenemos actualmente. El lanzamiento de Amazon estaba a la vuelta de la esquina, pero ese nombre no se escuchó hasta años más tarde. Aún así, para el año 2000 Amazon solo vendía libros. Lo más cercano que uno tenía a las entregas a domicilio eran catálogos por correo, cuestión que no era de gran ayuda a comparación de solo salir a la tienda a comprar el mandado. Algunos restaurantes ofrecían envío a domicilio, pero no era la norma. Si vivías en un pequeño poblado o en los suburbios, tendrías suerte si hubiera más de dos opciones de dónde elegir tu cena.

El impacto económico del coronavirus hubiese sido infinitamente mayor. Con la tecnología de 1995, muy pocas personas hubieran podido trabajar desde casa y muy seguramente el aviso hubiera llegado tarde y con la productividad desplomándose al suelo.
Las computadoras personales ya eran comunes en los espacios de trabajo, pero no en el hogar, los porcentajes de su uso en México son muy similares a los del teléfono celular, como se vió en la gráfica anterior. Y aún si hubieras tenido una, el transferir los archivos del trabajo a la casa era una operación de palabras mayores. Necesitarías docenas de disquetes (floppy disks), así como fotocopias del material que no estuviera digitalizado, y para cuando ya estuvieras trabajando en casa, te darías cuenta que olvidaste un archivo importante o que un disquete se había corrompido (algo muy común).
Si hubieras necesitado el intercambio regular de información con tus compañeros de trabajo, tu recibo del teléfono se hubiera ido al cielo. Tampoco podrías transferir fácilmente archivos con tus compañeros, por lo que pasarías horas explicando cosas por teléfono que hoy en día se solucionarían con un archivo adjunto por correo electrónico.
En términos de entretenimiento, no tendrías la oportunidad de ser selectivo en cuanto a contenido de televisión se refiere, a los servicios tipo Netflix, HBO o Amazon Prime y otros aún les faltaba una década más para aparecer. Para millones de personas, el «Corona 95» implicaría sobre todo, aburrimiento total.

Algunos lectores pudieran argumentar que todo esto se está saliendo del tema. En 1995 teníamos menos exposición a temas de China, lo que también significa que Corona 95 no hubiera ocurrido. Hay un poco de verdad en eso. Por ejemplo, en los años 90, los bienes importados de china eran insignificantes, situación que fue cambiando a partir del año 2000, con un crecimiento casi exponencial año con año. Sin embargo, dada la velocidad con la que el virus se esparce, un pequeño contagio es todo lo que se necesita, y en 1995, China se estaba formando ya como un gran imperio comercial. El riesgo pudiera haber sido menor, pero Corona 95 hubiera ocurrido.

Gracias a la tecnología moderna, ahora estamos mucho más preparados para enfrentar las consecuencias de la pandemia que en cualquier otra época de la historia humana. Mejor nunca que ahora, pero mejor ahora que cualquier otro momento en el pasado, en aquel entonces pudo haber sido mucho peor.

¿Qué otras ventajas nos ha otorgado la tecnología en esta batalla contra el Coronavirus 2019? Nos gustaría mucho leerte.
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Basado en el artículo de Kristian Niemietz para HumanProgress.