Una de las preguntas más comunes que nos han hecho diversos expertos acerca de la nueva Reforma Urbana, se refiere a ejemplos. ¿Qué ejemplos avalan a este nuevo modelo? Sorprendentemente hay muy pocos casos de éxito de planificación urbana exitosa durante las últimas décadas. La mayoría de las ciudades han crecido sin identidad ni buen urbanismo, y con cada vez mayor y mayor rezago. Por ello, para desarrollar un nuevo modelo, es necesario regresar a los casos de éxito de siglos pasados, retomando experiencias como la del Plan de los Comisarios de 1811 para Nueva York, así como la del Plan de Ensanche para Barcelona, proyectos de planeación exitosos durante el siglo 19. Sin embargo, hay un ejemplo todavía más impactante, ya que, con un solo plano y con tan solo unas cuantas páginas de regulaciones y orientaciones, lograron planear ciudades alrededor de toda América, logrando éxito durante siglos, ciudades que siguen siendo algunas de las mejores urbanizaciones del mundo hoy: La Ley de las Indias.
La Ley de las Indias fue la norma responsable de construir cientos de los mejores barrios, pueblos y ciudades que todavía podemos recorrer hoy, desde Buenos Aires, Argentina hasta en San Diego, California. Aunque las dinámicas legales, económicas, tecnológicas y políticas han evolucionado de manera significante, esta norma sigue siendo una referencia importante, incluso con el potencial de generar mejores barrios y ciudades de lo que están generando la mayoría de los planes de desarrollo urbano modernos, documentos que incluyen cientos de páginas, regulaciones complicadas o equivocadas. ¿Cómo lo lograron? ¿Cómo obtuvieron esa gran visión urbanística estas personas, y porqué la hemos perdido?
La realidad es que los planificadores y emprendedores sociales del siglo 21, aquellos buscando entender los principios de la nueva Reforma Urbana para transformar las ciudades, y herramientas urbanísticas compatibles y comprobadas, harían bien en conocer esta regulación urbana de nuestros antepasados, recordando el éxito superior de estos textos: breves, flexibles y sencillos:
La Ley de las Indias
Forma de las ciudades
- Habiéndose hecho el descubrimiento y elegídose la provincia o comarca y tierra que se quiere poblar y los sitios de los lugares adonde se han de hacer las nuevas poblaciones y poniéndose el asiento sobre ello, los encargados de cumplir lo ejecuten en la forma siguiente: llegando al lugar donde se ha de hacer la población, el cual mandamos que sea de los que fueren tierras vacantes, sin indios ni naturales o en su defecto, con su libre consentimiento, se haga la planta del lugar repartiéndola por sus plazas, calles y solares, a cordel y regla, comenzando desde la plaza mayor y desde allí sacando las calles a las puertas y caminos principales y dejando tanto compás abierto que aunque la población vaya en gran crecimiento, se pueda siempre proseguir en la misma forma y habiendo disposición en el sitio y lugar que se escogiere para poblar, se haga la planta en la forma indicada.
- La plaza mayor de donde se ha de comenzar la población, siendo en costa de mar, se debe hacer de desembarcadero del puerto y siendo en lugar mediterráneo, en medio de la población. La plaza sea en cuadro prolongada (es decir: rectangular) que por lo menos tenga de largo una vez y media de su ancho porque de esta manera es mejor.
- La grandeza de la plaza sea proporcionada a la cantidad de vecinos, teniendo en cuenta que en las poblaciones de indios, como son nuevas, se va con intento de su crecimiento y así se hará la elección de la plaza, considerando el aumento de la población. No será menor de doscientos pies de ancho y trescientos de largo, ni mayor de ochocientos pies de largo y quinientos treinta pies de ancho. De mediana y buena proporción es de seiscientos pies de largo y cuatrocientos de ancho.
- De la plaza salgan cuatro calles principales, una por medio de cada costado de la plaza y dos calles por cada esquina de la plaza. Las cuatro esquinas de la plaza miren a los cuatro vientos principales, porque de esta manera, saliendo a las calles de la plaza no estarán expuestas a los cuatro vientos lo que sería muy inconveniente.
- Toda la plaza a la redonda y las cuatro calles principales que de ella salen tengan portales (recovas) porque son de mucha comodidad para los tratantes que aquí suelen concurrir. Las ocho calles que salen de la plaza, por las cuatro esquinas, salgan libres a la plaza, sin encontrarse con los portales, retrayéndolos de manera que hagan de lazera (sic) derecha con la calle y plaza.
- Las calles en lugares fríos sean anchas y en lugares cálidos sean angostas.
- Las calles se prosigan desde la plaza mayor de manera que aunque la población venga en mucho crecimiento, no genere ningún inconveniente ni perjudique su defensa y comodidad.
- A trechos de la población se vayan formando plazas menores en buena proporción, adonde se han de edificar los templos de parroquias y monasterios, de manera que todo se reparta en buena proporción por la doctrina. Lo que se propone es la orientación a medio rumbo.
- Para el templo de la iglesia mayor, parroquias o monasterios se señalen solares. Los primeros, después de las calles y plazas y sean edificados en el centro de la parcela, de manera que ningún otro edificio se les arrime, sino el perteneciente a su comodidad y ornato.
- Para el templo de la iglesia mayor, siendo la población en costa, se edifique de modo que saliendo de la mar se vea su edificación, la que en parte sea como defensa del mismo puerto.
- Señálese luego sitio y solar para la casa real, la casa del consejo, y cabildo y aduana y atarazana, junto al mismo templo y puerto, de manera que en tiempo de necesidad se puedan favorecer unas a otras. El hospital para pobres y enfermos de enfermedades que no sean contagiosas se ponga junto al templo. Para los enfermos de enfermedad contagiosa se ponga el hospital de modo que ningún viento dañoso, pasando por él, vaya a herir en la población y se edificare en lugar alto será mejor.
- El sitio y solares para carnicerías, pescaderías y otras oficinas que causen inmundicias se den de modo que fácilmente se pueden deshacer de ellas.
- Las poblaciones que se hicieren fuera del puerto de mar, en lugares mediterráneos, si pudieren ser en rivera de río navegable será mucha comodidad y procúrese que la rivera que dé a la parte baja del río y aguas debajo de la población se pongan todos los edificios que causen inmundicias.
- El templo, en lugares mediterráneos no se ponga en la plaza sino distante de ella. Asimismo, separado de todo edificio que no esté relacionado con él y que de todas partes sea visto, para que se pueda ornar mejor y tenga más autoridad, se ha de procurar que esté algo levantado del suelo, de manera que se haya de entrar en él por gradas y cerca de él comience la plaza mayor y se edifiquen las casas reales del consejo y Cabildo; la aduana no, de manera que no disminuya su importancia sino que lo realcen. El hospital de los pobres que no fueren de enfermedad contagiosa, se edifique al par del templo y el claustro en medio de ambos y el de enfermedad contagiosa, separado de los vientos dominantes, con comodidad suya de manera que goce del mediodía.
- En la plaza no se den solares para particulares. Dense para edificio de la iglesia y Casas reales y propios de la ciudad y edifíquense tiendas y casas para tratantes y que sea lo primero que se edifique para lo cual contribuyan todos los pobladores y se imponga algún moderado derecho sobre las mercaderías para que se edifiquen.
- Los demás solares se repartan por sorteos entre los pobladores, continuándolos a los que correspondan a los de la plaza mayor y los sobrantes queden para nos, para hacer merced de ellos a los que después fueren a poblar…y para que se acierte mejor llévese siempre hecha la planta de la población que se quiere hacer.
- Habiéndose hecho la planta de la población y el repartimiento (sic) de solares, cada uno de los pobladores en el suyo asienten su toldo si lo tuviere para lo cual loa capitanes les persuadan que los lleven y los que no los tuvieren hagan su rancho de materiales que en la zona puedan recogerse con facilidad y todos con la mayor presteza que pudieren hagan alguna empalizada en cerco de la plaza de manera que no puedan recibir daño.
- Señálese a la población ejido en tan competente cantidad que aunque la población vaya en mucho crecimiento siempre quede bastante espacio a donde la gente pueda salir a recrearse, así como sacar los ganados sin que hagan daño.
- Confinando con los ejidos se señale dehesas para los bueyes de labor y para los caballos y restantes ganados de alimentación que los pobladores por ordenanza han de tener y en buena cantidad como para que acojan como propios del consejo. Que las tierras de labor sean tantas como los solares que haya en la población y si hubiere tierras de regadío se hagan de ellas suertes entre la población y las restantes queden para nos, para que hagamos merced a los futuros pobladores.
- Plaza Mayor
- Templo Mayor
- Casa de Gobierno
- Plaza Secundaria
- Bulevar periférico
- Templo, Convento, Escuela
- Soportales (áreas rosas)
- Hospital
- Tierras de Labor
- Cabildo
- Casa del Concejo
- Aduana
- Atarazana